domingo, 13 de marzo de 2016

ENFERMEDAD DE MEMBRANA HIALINA

La Enfermedad de Membrana Hialina (EMH) es un cuadro de dificultad respiratoria característico del recién nacido prematuro, asociado a inmadurez pulmonar. Es la causa de dificultad respiratoria más frecuente en el recién nacido prematuro, con incidencia mayor a menor edad gestacional, llegando a afectar casi al 50% de los recién nacidos menores de 1500 g. al nacer.

Se han descrito como factores de riesgo la diabetes materna, asfixia perinatal, cesárea sin trabajo de parto, sexo masculino, segundo gemelar y eritroblastosis fetal.  

La EMH es causada por un déficit de surfactante pulmonar, sustancia tensoactiva, capaz de reducir la tensión superficial. El déficit de surfactante produce colapso alveolar y microatelectasias difusas, con edema y daño celular, produciéndose, en consecuencia, una disminución de la distensibilidad pulmonar, de la capacidad residual funcional y alteración de la relación ventilación perfusión.

Cuadro de dificultad respiratoria progresiva, de aparición precoz, luego del nacimiento. Se manifiesta por quejido espiratorio, aleteo nasal, retracción, polipnea y cianosis. La auscultación revela un murmullo pulmonar disminuido en ambos campos y el recién nacido puede verse pálido, mal perfundido y encontrarse con diuresis escasa. La evolución clásica, sin uso de surfactante pulmonar exógeno, es a un agravamiento progresivo hasta el 3º día, luego de lo cual se produce una mejoría paulatina.  



La radiografía de tórax muestra un infiltrado reticulogranular difuso descrito como “en vidrio esmerilado”, disminución de los volúmenes pulmonares e imágenes de broncograma aéreo. Si las imágenes radiológicas son demasiado precoces o el recién nacido  ha recibido surfactante exógeno o se encuentra con asistencia ventilatoria en CPAP nasal (NCPAP), o ventilación mecánica (VM), la radiología puede ser menos característica.



Ríos A: (2002); Síndrome de Dificultad Respiratoria del Recién Nacido; En Salvo H y Hering E (ed): Normas de Diagnostico y Tratamiento Neonatal, Segunda ed.; pag: 159-164.

No hay comentarios:

Publicar un comentario